Una de las mayores dificultades en nuestra vida, es tener que
superar la pérdida de un ser amado y querido, especialmente si se trata de uno
muy cercano. No es raro que pasemos por un período de depresión, lloros y una
sensación de angustia, ya que se nos ha ido una parte bastante importante de
nosotros que no va a volver. Existen guías para estos casos, pero el problema
reside en que nunca se está preparado, pues en la mayoría de los casos, cuando
es realmente doloroso es cuando sucede en una situación inesperada.
Cada persona lleva la pérdida por la muerte de una forma
distinta, y la edad tiene mucho que ver, tanto por la pérdida, como por nuestra
madurez a la hora de afrontar estas situaciones. No existe una fórmula mágica
para encontrarse mejor, pero si unas pautas y una serie de consejos que pueden
resultar útiles para la mayoría. Es esencial contar con el apoyo de gente
cercana en estos momentos tan duros. Algo que les sucede algunas personas, es
que no muestran los sentimientos, y esto es realmente duro, para él o ella y
sin duda para la familia más cercana. La mejor manera de homenajearla es recordar
anécdotas de su vida desde un punto de vista nostálgico. Nos va a ayudar a
quedarnos con las partes más bonitas de su vida, obviando sus defectos y
ensalzando sus cualidades. Igualmente, hay que afrontar la muerte pues es parte
de la vida, tal un proceso natural y no negarla. Si necesitamos declarar
nuestros sentimientos de desconsuelo o la rabia es recomendable dejar que
fluyan y no sentirnos mal por ello, y un ningún caso retener ninguna lagrima.
La negación lleva a la desengaño y es por ello que necesitamos estar
psicológicamente fuertes, nos pueden ayudar los servicios profesionales del tanatorio m30.
No conviene olvidar que en la medida de lo posible intentar
seguir con nuestra rutina, pasado el entierro, esto nos sirve para ir poco a
poco recuperando la serenidad en nuestras vidas, y el tiempo es la única
medicina ante estas situaciones de desolación, por la pérdida de nuestro ser
querido, es importante intentar tener unos horarios normales, aunque en la
situación es complicada, pues existe un trastorno en el horario, por la
situación de angustia, y en muchos casos de soledad, por el vacio que queda con
nosotros. Prestar especial atención a nuestra alimentación, sueño y demás
factores que puedan afectar a nuestro conveniencia físico y interior, pues son
momentos difíciles.
La inmensa mayoría de las personas son capaces de superar, o más bien de asimilar su nueva situación con el paso del años, la muerte de familiares cercanos o amigos. A pesar de que lo pueda parecer en un principio, los humanos poseemos una gran capacidad para rehacernos frente a los problemas. Sin embargo, varios se ven anclados en esos pensamientos tristes a pesar de que el tiempo siga pasando y con una depresión interior, si esta es nuestra situación lo mejor es contratar los servicios de un profesional, que pueda analizar y ayudar a superar. No es posible saber cuánto tiempo es necesario pues cada uno necesita su tiempo.
Afrontar una muerte siendo niño
Si hay un grupo con el que hay que ser principalmente
cuidadosos, estas pérdidas suelen ser inesperadas, ese son los niños. Pero
también es importante ayudarles cuando son ellos, los que se enfrentar a
despedir a un ser querido, no podemos ayudar de la misma forma a un niño de 6
años, que a otro de 11, pues no tienen la misma forma de concebir la vida. Hay
que tratar de escuchar sus sentimientos y responderles a las preguntas que les
puedan realizar, siendo esto una tarea realmente compleja. Tienen que entender
lo que está pasando. De igual forma es capital que no se sientan solos o
desamparados dándoles todo el cariño que necesiten. Una última recomendación
mucho importante es ser honestos. Los niños perciben muchas cosas y la
franqueza usando un idioma que ellos comprendan y no les hiera es sin lugar a
dudas la mejor alternativa.